El término «Última Cena» se refiere a la comida final que Jesús compartió con sus discípulos antes de su juicio y muerte en la cruz. La última cena se narra en los evangelios sinópticos (Mateo 26,17-30; Marcos 14,12-26; Lucas 22,7-30)
La Iglesia conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos. De modo especial celebra que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía, donde Él se hace presente a través de la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y su Sangre, y la institución del sacramento del Orden Sacerdotal.
CUANDO FUE LA ÚLTIMA CENA
La última cena fue el día de Jueves Santo, día de celebración de la Pascua judía. La última cena llevó la celebración de la fiesta de pascua del antiguo testamento a su cumplimiento. La pascua es un acontecimiento central para el pueblo judío, en el que se conmemora el momento en el que Dios los guardó de la plaga de la muerte física y los sacó de la esclavitud de Egipto (Éxodo 11,1; 13,16). Durante la última cena con sus apóstoles, Jesús tomó dos símbolos asociados con la pascua y los impregnó con un nuevo sentido como una forma de recordar Su sacrificio, que nos salva de la muerte espiritual y nos libera de la esclavitud espiritual: Pan y vino
QUE ES UN CENÁCULO
En la estrecha calle que conduce al Monte Sión de Jerusalén, junto a la Basílica de la Dormición, surge el Cenáculo, lugar donde los discípulos prepararon la Pascua. Y es en este mismo lugar, donde los Apóstoles se reunieron cincuenta días después muertos de miedo y donde se celebra la memoria del descenso del Espíritu Santo.
El Jueves Santo y el día de Pentecostés son los únicos en los que los frailes de la Custodia de Tierra Santa tienen permiso para celebrar dentro de este lugar con una historia tan compleja y una tradición antiquísima.
El edificio ha sido, a lo largo del tiempo, tanto una iglesia como una sinagoga y una mezquita. Junto al Cenáculo, en el Monte Sión, está la Tumba de David, punto de referencia para judíos y cristianos. El Cenáculo se encuentra en una planta superior del mismo enclave.
Ven a visitar y vivir de cerca estos lugares de peregrinación, silencio y contemplación.