Belén, ciudad de Israel, es una de las visitas imprescindibles de Tierra Santa y uno de los lugares de peregrinaje más importantes de todo el mundo. En una cueva de Belén nació Jesús por lo que es venerada por el cristianismo, también, tiene relevancia para los judíos (nació allí el rey David y pasó su infancia) y para los musulmanes (por la tumba de Raquel). Significa “casa de pan “en hebreo: בֵּית לֶחֶם
¿Dónde está Belén?
Antes de hablar de ¿dónde está Belén? Hay que aclarar que en la antigua Israel había dos ciudades llamadas Belén. Aquella con la que estamos más familiarizados era Belén de Judea, aproximadamente a 10 kilómetros al sur de Jerusalén. La otra Belén es la Belén de los gentiles, a unos 16 kilómetros de Nazaret.
El texto del evangelio de Lucas del nacimiento de Cristo dice que José acudió a Judea para empadronarse conforme requería el decreto de César Augusto (Lc. 2,1, 4). El relato que sitúa a los pastores en Judea tiene más sentido que el que los situaría en Galilea, que era una tierra de cultivo, a diferencia de la zona de las montañas de Judea, donde el pastoreo era lo habitual.
El otro Belén fue Belén de Zabulón en Palestina del norte. Aunque se menciona con menos frecuencia en el Antiguo Testamento (Josué 19,15; Jueces 12,8,10), las excavaciones arqueológicas indican que era un lugar que tenía algo de importancia en los tiempos antiguos.
La ciudad que vio nacer a Jesucristo se encuentra, hoy día, en el terreno de Cisjordania, bajo el mandato de la Autoridad Nacional Palestina, pero para el turista es una zona completamente segura.
La Basílica de la Natividad
La Basílica de la Natividad es, sin ningún género de dudas, el templo de Belén por excelencia. Se trata de un templo construido sobre el Portal de Belén, el lugar en el que nació Jesucristo. El edificio original fue construido por el obispo Makarios de Jerusalén, por órdenes del Emperador Romano Constantino I, bajo el primer Concilio de Nicea el año 325. En el año 529, durante la rebelión de los samaritanos, fue quemado y destruido completamente, aunque luego fue restaurada y mejorada durante la época cruzada, hasta alcanzar el aspecto actual.
Aunque, por supuesto, cuando entre en la Basílica contemplará la Gruta de la Natividad. Los primeros cristianos, en el siglo II identificaron esta gruta como el pesebre en el que nació Jesucristo, ya que en aquella época los establos del pueblo se situaban en las grutas del monte.
En el corazón de esta cueva encontrara una estrella de plata de catorce puntas con la inscripción en latín “Hic de Virgine Maria Jesus Christus natus est”, es decir “Aquí, de la Virgen María, nació Jesucristo”. No cabe duda de que es uno de los lugares más significativos de Tierra Santa. Belén nos hace ver, nos hace tocar este acontecimiento único y extraordinario que ha cambiado el curso de la historia, y a partir del cual también se ordena la numeración de los años, antes y después del nacimiento de Cristo.
La Basílica de Santa Catalina
Justo al lado de la Basílica de la Natividad de Belén se encuentra la Basílica de Santa Catalina, otro de los más importantes templos que visitar en la ciudad. Se trata de un templo decimonónico, aunque anteriormente se levantaba en este lugar una iglesia medieval. Destaca de esta construcción su encantador claustro y las capillas.
Aunque, quizás el elemento más importante de la Basílica de Santa Catalina esté en sus grutas, y más concretamente en la Gruta de San Jerónimo, situada justo bajo la propia iglesia. Se trata del lugar donde se refugió San Jerónimo de Estridón, uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia Latina, que vivió como eremita en estas grutas para traducir la Biblia del griego y el hebreo al latín, la llamada Vulgata.
Campo de los Pastores
El primer anuncio del nacimiento de Cristo fue a unos pastorcillos que descansaban en una ladera. En este lugar sagrado, conocido como el Campo de los Pastores, se ha levantado una capilla: Santuario de Gloria in Excelsis Deo que conmemora este hecho. Es un templo de planta decagonal rodeado por cuatro capillas y el ábside donde se sitúa el altar, sobre el que hay una gran cúpula de hormigón y cristal que deja entrar la luz iluminando el mismo como lo hizo la estrella que indicó el camino a los pastores.
En las inmediaciones de este lugar encontraréis grutas, algunas de las cuales poseen capillas donde se celebran eucaristías pues allí tuvo lugar el suceso
Capilla de la Gruta de la Leche
Se trata de una cueva irregular, excavada en roca blanda blanca, donde se cree se escondieron José, María y Jesús en su camino a Egipto, para huir de la Masacre de los Inocentes, una matanza de niños de hasta 2 años de edad en busca del profetizado futuro Rey de los Judíos, ordenada por el rey Herodes.
En este lugar se construyó alrededor del siglo V una iglesia bizantina de la que solo quedan parte del mosaico en el piso de la actual iglesia católica. La estructura actual fue levantada en 1872.
La Belén moderna
La Belén moderna tiene muchas tiendas en calles estrechas y serpenteantes. La ciudad está construida en una colina y muchas casas se han edificado en frente de viejas cuevas.
Israelíes y palestinos no sólo están separados cultural, religiosa y políticamente, sino también físicamente por un extenso muro de más de 700 kilómetros de largo y 7 de alto que construyó Israel para aislar los territorios palestinos, parte del cual se puede visitar y se ha transformado en una de las atracciones que ver en Belén.
Con el paso de los años, el muro se ha convertido en escenario de protestas a través del graffiti, alguno de los cuales son realmente interesantes y te llegan al alma.
Banksy, el grafitero más famoso del mundo, ha contribuido a que este lugar se convierta en uno de los más importantes de Belén, ya que ha dejado su huella en varias partes del muro como muestra de apoyo a su causa.
Muy Interesante, ¿verdad? ¡Os esperamos en nuestras peregrinaciones a Belén!
