Situada en el noroeste de España y capital de la comunidad autónoma de Galicia, esta ciudad enamora a primera vista.
La llegada a Santiago de Compostela, a la Catedral de Santiago y al Santo habrán sido durante días el objetivo final del peregrino. Hayas llegado por la ruta que hayas llegado la entrada en el casco antiguo de Santiago nos impresiona, sus callejuelas empedradas pasando por plazas, palacios, casas señoriales, fuentes e iglesias, te trasladarán a la época medieval. Las plazas de Cervantes, de las Platerías y la de la Quintana, las casas señoriales da Balconada, del Deán y de la Parra, además de sus calles más emblemáticas como la Rúa do Franco, Rúa Raíña, Rúa do Vilar y la Rúa Nova nos cautivaran en los días que estemos en esta bella ciudad. Con el cambio de paisaje rural a urbano parece que los kilómetros se hacen más largos, que no vamos a llegar nunca.
La plaza del Obradoiro se abre ante nosotros magnifica. Además de la Catedral, la Plaza de Obradoiro tiene varios edificios espectaculares como el Pazo de Raxoi, actual sede del ayuntamiento, el Pazo de Xelmirez, antiguo palacio episcopal de la catedral, y el Colexio de San Xerome, el antiguo colegio mayor de la ciudad. Aunque el favorito de esta plaza es el Hospital de los Reyes Católicos, construido en 1501 por orden de los Reyes Católicos para dar cobijo a los peregrinos que terminaban agotados y a veces enfermos el camino de Santiago.
¡¡¡por fin llegamos a la Catedral de Santiago!!!
La Catedral de Santiago
La Catedral de Santiago fue construida entre 1075 y 1211 para albergar el sepulcro del Apóstol Santiago, esta catedral mezcla el estilo románico con elementos barrocos y góticos, que le dan un aspecto imponente a la vez que hermoso.
La gran joya de la catedral es el Pórtico de la Gloria, una obra cumbre del románico con numerosas figuras religiosas. Completaremos la visita entrando el Museo Catedralicio, que alberga verdaderas joyas como pinturas y tapices, la Cripta, la Sala Capitular, la Biblioteca, el Claustro y el Tesoro, además de poder subir a las plantas superiores de la catedral para disfrutar de unas excelentes vistas.
Al margen de que la motivación que nos ha acompañado para hacer el camino sea religiosa o de otro tipo, al llegar a Santiago te invade y te rodea cierto misticismo. Es obligado entrar en la Catedral de Santiago que no deja a nadie indiferente, bien sea por la enorme espiritualidad para los creyentes o por su belleza para los que no lo son.
Por fin estás aquí, donde soñaste. Es la meta, es el momento de disfrutar cada paso que des. Esta magnífica obra medieval representa la Historia de la Salvación. A la izquierda, el deseo de la venida de Cristo, simbolizado por cuatro profetas del Antiguo Testamento. A la derecha, el anuncio de Cristo por cuatro Apóstoles; es el Nuevo Testamento. En medio está el Señor, rodeado de su gloria. Él es el templo, el mediador entre Dios y los hombres, el sacerdote. Él sostiene la puerta, Él nos pone en comunicación con la vida divina, por Él entramos en la verdadera vida a través de la fe. En la columna central, el parteluz, Santiago, el Apóstol, el enviado de Cristo que nos ha transmitido esa fe.
La vista nos lleva al Altar Mayor, que rodeamos para subir a dar un abrazo a la imagen del Apóstol que preside el templo. ¡Gracias amigo Santiago, hermano Santiago, por ayudarme a llegar hasta aquí! ¡Gracias por tu persona, por tu compañía, por tu testimonio, por tu legado!
Bajo el altar está la cripta, la verdadera meta del Camino: los muros de la antigua tumba y en medio la urna que contiene los restos del Apóstol.
Peregrinos de muchísimos lugares del planeta, de múltiples idiomas, se reúnen para celebrar la misa del Peregrino.
En la puerta de las Platerías, en la fachada, en el parteluz, entre los arcos de las dos puertas, símbolo de Cristo. Pero las letras están al revés: la Alfa se ha vuelto Omega, y viceversa. El fin se hace principio. La meta del Camino es ahora el comienzo de otro camino, de una nueva vida que empiezas.
En resumen: espiritualidad, satisfacción por haber llegado, cansancio, pena de terminar …. y el Santo en la mente de todos.
