El Corazón es el símbolo del amor humano. El Sagrado Corazón de Nuestro Señor, manifiesta el amor eterno de Dios por todos. “Dios es Amor” (1 Juan 4, 8). El corazón de Dios, que está «lleno de misericordia», está verdaderamente traspasado por la difícil situación de la humanidad y también literalmente traspasado por nosotros (Jn 19,34). La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida. Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.
La Iglesia de los primeros tiempos siempre relacionó el corazón de Jesús herido por la lanza con la profecía de Juan 7,37-39 “Si alguien tiene sed, venga a mí, y el que cree en mí, que beba”. En la liturgia del Sagrado Corazón podemos escuchar: «Porque elevado en lo alto de la cruz, se entregó por nosotros con un amor maravilloso y derramó sangre y agua de su costado traspasado, el manantial de los sacramentos de la Iglesia, para que, conquistados por el corazón abierto del Salvador, todos pudieran sacar agua alegremente de los manantiales de la salvación».
En 1675, Jesús le dijo a Santa Margarita María Alacoque que quería que la Fiesta del Sagrado Corazón se celebrara el viernes después de la octava del Corpus Christi. En 1856, la Fiesta del Sagrado Corazón se convirtió en fiesta universal, San Juan Pablo II, gran devoto del Sagrado Corazón, dijo: «Esta fiesta nos recuerda el misterio del amor de Dios por el pueblo de todos los tiempos».
También, la Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días. Así mismo, el primer viernes de cada mes se dedica al Sagrado Corazón de Jesús.
Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que, si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:
1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.
Oraciones al Sagrado Corazón de Jesús
Dejamos aquí una oración al Sagrado corazón para consagrarnos a Él junto con nuestra familia de Sta. Margarita:
Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.
Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.
Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.
Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.
Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.
Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.
Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.
Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.