La Orden de Clérigos Regulares Teatinos inició, el pasado 14 de septiembre, un Año Jubilar por sus 500 años de existencia, el cual concluirá el mismo día, pero de 2024, coincidiendo con la fecha en que los Fundadores de la Orden emitieron la profesión religiosa en la Basílica de San Pedro, en Roma. Esta convocada toda la comunidad en el mundo para que estén en Roma, del 9 al 14 de septiembre del 2024
Un 3 de mayo de 1524, Juan Pedro Carafa (futuro papa Pablo IV), Cayetano de Thiene, Bonifacio dei Colle y Pablo Consiglieri presentaron una petición al Papa para que los autorizara a vivir lo que sabían era un impulso del Espíritu Santo: imitar la forma de vida de las primeras comunidades cristianas, sirviendo a Dios, ejerciendo el ministerio sacerdotal y compartiendo la vida y el techo. El 14 de septiembre nacía entonces esa primera comunidad teatina.
En 1523, cuando Lutero lanzaba críticas contra la simonía, la ambición y algunos vicios del clero, Cayetano de Tiena fundó un instituto de sacerdotes que llevarían, como él, una vida austera y apostólica, y consiguió que un amigo suyo, monseñor Juan Pedro Carafa, quien se convertiría en el papa Pablo IV, tomara la dirección de los nuevos religiosos, que fueron llamados Teatinos por el nombre en latín de la ciudad de Chieti, – ciudad que en latín se denomina Theate – de donde era obispo Carafa.
Bajo el punto de vista canónigo, estos nuevos sacerdotes eran clérigos regulares que se comprometían a cuidar a los enfermos, a no pedir limosna y solo podían aceptar lo que la gente les diera de manera espontánea, así como cumplir con los deberes básicos del clero, como velar por los pobres y hacer un dedicado trabajo misionero, contrarrestando las críticas de Lutero en Alemania, sobre la venta de indulgencias en Roma. Para paliar las necesidades de los pobres, san Cayetano fundó el Monte di Pietà, que luego se convertiría en el Banco de Nápoles, para contrarrestar la acción de los usureros.
Después de diversas vicisitudes a mediados del s. XVII eran más de 50 las Casas de teatinos en Italia, que constituían cuatro Provincias regulares.
España fue la primera nación europea que acogió a los teatinos cuando llegó a ella el P. Plácido Frangipane Mirto en calidad de confesor y teólogo del Embajador de Polonia. Muy estimado de Felipe IV, trabajó en la fundación de una Comunidad teatina en Madrid, Se establecieron en 1629 en la iglesia del Hospital de los italianos, y posteriormente en1644 al templo de Nuestra Señora del Favor, en la calle de Embajadores
Llamados por el card. Mazzarino, los teatinos se establecieron en París la Casa de Santa Ana la Real (1644). Portugal los acogió en Lisboa gracias a la protección del rey Juan IV, que les construyó en 1648 la iglesia de Santa María de la Providencia. Los Príncipes Electores de Baviera llamaron a Munich a los teatinos en 1663 y levantaron un suntuoso templo en honor de S. Cayetano. Invitados por el conde Martinitz se establecieron en Austria, siendo su primer prepósito el P. Cayetano, conde de Trautmansdorff. Más tarde fundaron casa en Praga en 1691, en Salzburgo en 1684 y en Varsovia.
Su expansión misional se inició en 1626 con la primera expedición al Oriente cismático. El 2 de diciembre los PP. Pedro Avitabile, Antonio Ma Ardizzone y Francisco Manco embarcaban en Mesina hacia Georgia, Mingrelia, Armenia y los reinos de Imericia y el Guriel, logrando, entre otros frutos, la conversión de sus reyes y obispos ortodoxos, que reconocieron a Urbano VIII como Vicario de Cristo.
En la actualidad, la Orden se halla dividida en tres Provincias: La italiana, que comprende además las casas del Brasil; la española, de la que dependen las casas de la Argentina; y la norteamericana, que comprende las casas de EE. UU. y México. Las Misiones del Burundi dependen directamente de la Curia General.
Además de un papa, Paulo IV (1555-59), han sido teatinos nueve cardenales y más de 300 obispos.
En sus cuatro siglos de existencia, la Orden Teatina cuenta con dos Santos, tres beatos y algunos venerables, además de otros religiosos teatinos fallecidos en olor de santidad. Han sido canonizados el fundador, S. Cayetano de Thiene, y S. Andrés Avelino. Han sido reconocidos como beatos: Juan Marinoni, Pablo Burali ‘Arezzo y José María Tomas-Caro
En la Orden son tenidos como venerables: Pedro Avitabile, Francisco Manco y José Giudice, misioneros que llegaron hasta el Extremo Oriente; Lorenzo Scúpoli, conocido escritor ascético, Francisco Olimpio, napolitano, propagador de la devoción a la Virgen Santísima, Vicente Ma Morelli, Arzobispo de Otranto, y el español Gaspar de Oliden, infatigable propagador de la devoción a las almas del purgatorio.
En definitiva, el espíritu fundacional de los teatinos que ha llegado hasta nuestros días es imitar la forma de vida de los Apóstoles, y como ellos, dejar todo para seguir a Cristo pobre, y vivir de los sacramentos y de los evangelios.