El Jubileo de la Esperanza
El Jubileo de la Esperanza comenzará en diciembre de 2024 con la apertura por parte del Pontífice de la Puerta Santa en la basílica de S. Pedro, ofreciendo a 1.300 millones de católicos de todo el mundo la posibilidad de conseguir la indulgencia plenaria y un año de gracia que concluirá en la fiesta de la Epifanía de 2026. Es un Jubileo Ordinario que tiene lugar cada 25 años. El Comité organizador del Jubileo Ordinario que se celebrará en 2025 ha dado a conocer las fechas para los eventos más significativos en los que se prevé un número elevado de peregrinos. La prensa italiana habla de hasta 35 millones de peregrinos para 2025.
“Jubileo” es el nombre de un año particular: parece que deriva del instrumento utilizado para indicar su comienzo; se trata del yobel, el cuerno de carnero, cuyo sonido anuncia el Día de la Expiación (Yom Kippur). Esta fiesta se celebra cada año, pero adquiere un significado particular cuando coincide con el inicio del año jubilar. A este respecto, encontramos una primera idea en la Biblia: debía ser convocado cada 50 años, porque era el año ‘extra’, debía vivirse cada siete semanas de años (cfr. Lv 25,8‑13). Aunque era difícil de realizar, se proponía como la ocasión para restablecer la correcta relación con Dios, con las personas y con la creación, y conllevaba el perdón de las deudas, la restitución de terrenos enajenados y el descanso de la tierra.
Citando al profeta Isaías, el evangelio según san Lucas describe de este mismo modo la misión de Jesús: «El Espíritu del Señor está sobre mí; porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4,18‑19; cfr. Is 61,1‑2). Estas palabras de Jesús se convirtieron también en acciones de liberación y de conversión en sus encuentros y relaciones cotidianos.
Bonifacio VIII, en 1300, convocó el primer Jubileo, llamado también “Año Santo”, porque es un tiempo de conversión en el que se experimenta que la santidad de Dios nos transforma.
Tras el primer Jubileo en 1300, los plazos para la celebración del Jubileo fueron fijados por Bonifacio VIII cada 100 años. A raíz de una petición de fieles romanos hecha al Papa Clemente VI (1342), el periodo se redujo a 50 años.
En 1389, en recuerdo del número de años de la vida de Cristo, fue Urbano VI quien quiso fijar el ciclo jubilar cada 33 años, y convocó un Jubileo en 1390, que, sin embargo, fue celebrado por Bonifacio IX tras su muerte.
No obstante, en 1400, al final del período de cincuenta años previamente fijado, Bonifacio IX confirió el perdón a los peregrinos que habían acudido a Roma.
Martín V, celebró un nuevo Jubileo en 1425, haciendo que se abriera por primera vez la puerta santa en San Juan de Letrán.
El último en celebrar un Jubileo de 50 años fue el Papa Nicolás V en 1450, ya que Pablo II redujo el periodo interjubilar a 25 años, y en 1475 se celebró un nuevo Año Santo por Sixto IV. A partir de entonces, los jubileos ordinarios se celebraron a intervalos regulares. Por desgracia, las guerras napoleónicas impidieron la celebración de los jubileos de 1800 y 1850. Se reanudaron en 1875, tras la anexión de Roma al Reino de Italia, que se celebró sin la solemnidad tradicional.
También ha habido momentos ‘extraordinarios’: por ejemplo, en 1933, Pío XI quiso conmemorar el aniversario de la Redención. El 29 de noviembre de 1998, el Papa Juan Pablo II proclamó el Gran Jubileo del Año 2000. A lo largo del año realizó varias peregrinaciones y gestos simbólicos no incluidos en las prácticas habituales de las celebraciones, como la petición de perdón por los pecados cometidos en la historia y el Martirologio de los cristianos asesinados en el siglo XX. Uno de los principales acontecimientos del Jubileo fue la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en Roma: participaron más de dos millones de jóvenes. El Papa también peregrinó a Tierra Santa, fomentando el diálogo entre la Iglesia Católica, el islam y el judaísmo.
En 2015 el Papa Francisco convocó el año de la Misericordia. También ha sido diferente el modo de celebrar este año: en el origen coincidía con la visita a las Basílicas romanas de san Pedro y san Pablo, por tanto, con la peregrinación, posteriormente se añadieron otros signos, como el de la Puerta Santa.
Fechas para las peregrinaciones de este Jubileo 2025:
Se han dado ya a conocer las fechas para las peregrinaciones por categorías eclesiales de este Jubileo 2025:
Enero 2025
- 24 – Comunicadores
Febrero 2025
- 8-9 – Fuerzas armadas, Policía y cuerpos de seguridad
- 15-18 – Artistas
- 21-23 – Diáconos permanentes
Marzo 2025
- 8-9 – Voluntariado
- 28 – 24 Horas para el Señor
- 29-30 Misioneros de la Misericordia
Abril 2025
- 5-6 – Enfermos y mundo de la sanidad
- 25-27 Confirmandos
- 28-30 Personas con discapacidad
Mayo 2025
- 1-4 – Trabajadores
- 4-5 – Empresarios
- 10-11 – Bandas de Música
- 16-18 – Cofradías
- 23-25 – Los que celebran la primera comunión
- 30 – Familias
Junio 2025
- 1 – Familias
- 7-8 – Movimientos, Asociaciones y Nuevas Comunidades
- 9 – Curia Romana
- 14-15 – Deporte
- 21-22 – Gobernantes
- 23-24 – Seminaristas
- 25 – Obispos
- 26-27 – Sacerdotes
- 28 – Iglesias Orientales
Julio 2025
- 13 – Presos
- 28 – Jóvenes
Agosto 2025
- 1-3 – Jóvenes
Septiembre 2025
- 14-15 – Consolación
- 20-21 – Trabajadores por las Justicia
- 26-28 – Catequistas
Octubre
4-5 – Abuelos
- 8-9 – Vida consagrada
- 11-12 – Espiritualidad Mariana
- 18-19 – Mundo misionero
- 28-31 – Mundo educativo
Noviembre
- 15-16 – Personas excluidas socialmente
- 21-23 – Coros y corales
El lema de este jubileo de 2025
El lema de este jubileo de 2025 es “Peregrinos de esperanza” las autoridades italianas y del Vaticano han comenzado ya a preparar este Jubileo de la Esperanza que no nos podemos perder. La organización nos ofrece 4 caminos o peregrinaciones jubilares en Roma: Basílicas Papales, Las siete Iglesias de Roma , Iter Europaeum y Mujeres patronas y doctoras de la Iglesia.