La Virgen de la Candelaria es una de las advocaciones de la Virgen María. La historia de esta imagen está unida íntimamente a la historia de las Islas Canarias y especialmente de la isla de Tenerife pues fue el lugar donde apareció.
No hay acuerdo sobre el año de la aparición, pero la opinión mayoritaria es que apareció en la desembocadura del barranco de Chimisay, en el municipio canario de Güímar, 95 años antes de la conquista de Tenerife, es decir aparecería del 1392 al 1401.Es por tanto la primera aparición mariana de Canarias.
Historia de la Virgen de Candelaria de Tenerife
Según la leyenda relatada por Fray Alonso de Espinosa, en 1594, iban dos pastores guanches a encerrar su ganado a las cuevas cuando notaron que el ganado se arremolinaba y no quería entrar. Buscando la causa miraron hacia la desembocadura del Barranco de Chimisay y vieron sobre una peña, casi a la orilla del mar, la figura de una mujer que creyeron animada. Como estaba prohibido a los hombres hablar o acercarse a las mujeres en despoblado, le hicieron señas para que se retirase a fin de que pasase el ganado. Pero al querer ejecutar la acción, el brazo se le quedó yerto y sin movimiento.
El otro pastor quiso herirla con su cuchillo. Pero en lugar de herirla, quedó herido el mismo. Asustados, huyeron los dos pastores a Chinguaro, la cueva-palacio del Mencey Acaymo, para referirle lo acontecido. El Mencey acudió con sus consejeros. Ella no respondía, pero nadie se atrevía a tocarla. El Mencey decidió que fuesen los mismos dos pastores ya heridos quienes la recogieran para llevarla al palacio. Ellos, al contacto con la imagen, quedaron sanados. El Mencey comprendió que aquella mujer con un niño en brazos era cosa sobrenatural. El mismo rey entonces quiso llevarla en sus brazos, pero después de un trecho, por el peso, necesitó pedir socorro. Es así que en lugar de la aparición hay hoy día una cruz y en el lugar donde el Mencey pidió socorro, un santuario a Nra. Señora del Socorro.
La llevaron a una cueva cerca del palacio del rey hoy convertida en capilla. Más tarde un joven llamado Antón Guanche, que había sido tomado como esclavo por los castellanos y había logrado escapar y regresar a su isla, reconoció en la imagen milagrosa a la Virgen María. Él, habiendo sido bautizado le relató al Mencey y a su corte la fe cristiana que él sostenía. Así llegaron a conocer a la Virgen María como «La Madre del sustentador del cielo y tierra» (Guanche: Axmayex Guayaxerax Achoron Achaman o Chaxiraxi) y la trasladaron a la Cueva de Achbinico (detrás de la actual Basílica de Candelaria) para veneración pública.
La talla original se conservaba en la Basílica de Candelaria, en el municipio de Candelaria en Tenerife, pero desapareció después de un temporal que azotó la isla. Actualmente hay en el altar de la basílica una réplica de la imagen primitiva.
Día de la Virgen de Candelaria de Tenerife
El 2 de febrero es el día de fiesta original en recuerdo al pasaje bíblico (Lc 2;22-39) de la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén y la purificación de la Virgen María después del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento. La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado de la fiesta.
Cristo es la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo que viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva el nombre de «Candelaria».
Esta fiesta se celebra principalmente en la Basílica y la Plaza de la Patrona de Canarias. La cita se extiende desde finales de enero al 3 de febrero, festividad de San Blas, y está organizada por la Comunidad de Frailes Dominicos, con el apoyo del Ayuntamiento, que también suma algunos actos culturales.
Las celebraciones tienen un carácter más religioso que las de agosto, son más cortas y en ellas destaca el rito de la procesión de las candelas, donde la luz es protagonista. La fecha suma 40 días después de la Navidad, periodo en que Jesús estuvo en la cuna hasta su presentación en el templo, y momento a partir del cual, según la tradición católica, se debe recoger el belén.
Las fiestas del 15 de agosto, en el pueblo costero de Candelaria, están declaradas de Interés Turístico Nacional, tienen también un alto componente de religiosidad y fervor popular, cuyas raíces se entroncan con cinco siglos de fe y creencias, de amor respetuoso hacia La Virgen.
Ese día gran cantidad de romeros de todos los puntos de la Isla acuden a homenajear a su Patrona. Esta peregrinación, estrechamente vinculada al mundo aborigen, se culmina con la tradicional ofrenda floral o romería de la Virgen con la participación de diversos grupos folclóricos, y con la escenificación en la Plaza de la Basílica de la ceremonia de su aparición a los guanches.
Camino Viejo de Candelaria
La tradición dice que el propio Bencomo (principal Mencey en época de la Conquista) emprendió una marcha aborigen desde Taoro (actual zona de La Orotava y Los Realejos) para ver la imagen de la Virgen que habían hallado los guanches del sur. Son muchos los que pasan la noche anterior en los caminos que conducen a la localidad.
Uno de los tramos históricos es el llamado «Camino Viejo de Candelaria», que data del siglo XVI, parte de La laguna y está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico. Pero también se mantienen las rutas de Las Crucitas, Chivisaya, Las Lagunetas, Siete Fuentes y Real del Sur, en una especie de viario por donde ocurrían las actividades cotidianas de antaño, que además conectaba con la Casa de la Morenita.
Más historia de la Virgen de la Candelaria
En 1599 el papa Clemente VIII la nombra Patrona de Canarias. En esto influyó también que, en 1596, el futuro rey Felipe III se hubiese declarado protector y patrono de la Santa Imagen, cargo que mantuvieron sus sucesores. El monarca, tras subir al trono, se declaró patrono del Convento Real de Nuestra Señora de la Candelaria, de ahí el rango que lleva desde entonces. Por lo que es también el primer Santuario cristiano de Canarias en recibir el título de «Real».
El 2 de febrero de 1672 se consagró la primera iglesia o ermita de la Candelaria, dada la pequeña capacidad y estado ruinoso del santuario anterior, un templo nuevo de tres naves y que fue destruido por un incendio (al igual que el convento) el 15 de febrero de 1789, reduciéndose a cenizas el archivo, así como la importante biblioteca de la basílica contigua. Religiosos y vecinos lograron salvar la imagen de la Virgen y otras tallas, que albergaron en la cueva de San Blas, donde permanecieron 14 años.
En 1947 fue nombrado obispo de Tenerife Domingo Pérez Cáceres, que impulsó la construcción de una basílica monumental que magnificó la devoción por la Virgen. Con planos del arquitecto José Enrique Marrero Regalado, la Basílica de Candelaria se terminó en 1959.
Debido a que las islas Canarias eran escala obligatoria en los viajes a América, muchas de sus costumbres fueron exportadas a ese continente. Entre ellas, la veneración a la Virgen de la Candelaria. Actualmente, la imagen es venerada con especial devoción en el Perú y en lugares con una importante colonia de canarios, donde suele usarse para representar al archipiélago. La actual Virgen es de color negro (Virgen negra), lo que le ha dado el apelativo popular de La Morenita.