Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo. Tres veces santa, sagrada para las tres religiones monoteístas. Situada geográficamente en el territorio histórico de Canaán (hoy Palestina), entre las dos grandes civilizaciones que fueron cuna de la humanidad – Egipto y Mesopotamia–, Jerusalén fue territorio de continuas conquistas y migraciones entre los pueblos de aquellas tierras fértiles forjadoras de la gran historia del hombre. Fue fundada el año 1004 a.C. por el rey David, aunque el nombre originario de la ciudad, Urusalim, aparece ya citado en tablillas egipcias del siglo XIX a.C. con el significado de “ciudad de la paz”.
La ciudad está situada en las colinas de Judea, a unos 32 km del río Jordán y a unos 30 km al oeste del extremo norte del Mar Muerto. A lo largo de su historia, Jerusalén fue destruida dos veces, asediada 23, conquistada y reconquistada 44 y atacada 52. Aún hoy sigue siendo una ciudad con una gran tensión entre sus habitantes porque todas las religiones la sienten suya. Sus atractivos son tantos y tan variados que no deja a nadie indiferente. Recorrer sus calles es como pasear por la historia de la humanidad. Arte, religión, leyendas, batallas, tradiciones… En todos los rincones hay algo que ver, que aprender o que experimentar. Todo en Jerusalén tiene un gran significado.
Sería imposible una recomendación exhaustiva de sitios para visitar en Jerusalén, pero vamos a indicar algunos de los lugares imprescindibles en nuestra visita a la ciudad.
¿Qué ver en Jerusalén?
Monte de los Olivos
Desde la cima del Monte de los Olivos al atardecer, cuando el sol del ocaso tiñe la ciudad de un tono rosado. el visitante, puede contemplar la mejor panorámica de la ciudad y hacerse una idea de la distribución de Jerusalén. Se ve todo. La ciudad vieja amurallada, la zona nueva, el laberinto de tumbas que rodean la milenaria fortaleza…Un lugar hermosísimo y de foto obligada para el recuerdo.
El huerto de Getsemaní
De camino hacia la Ciudad Vieja desde el Monte de los Olivos, haremos es casi una obligación hacer una parada en Getsemaní. Este era uno de los muchos huertos que se extendían a lo largo de las fértiles laderas de la montaña de los Olivos, separados de Jerusalén por Cedrón. Sorprende comprobar que los olivos de los que habla el Nuevo Testamento siguen allí, en el mismo sitio donde los contempló Jesucristo. Al lado del está la iglesia de Todas las Naciones donde se conserva la roca auténtica, roca de la agonía, sobre la cual Jesús, rezó durante horas antes de su prendimiento. Es plana, bastante grande y se encuentra justo frente al altar.
La Ciudad Vieja de Jerusalén
Todos estos lugares sagrados que hemos mencionado están localizados en la llamada Ciudad Vieja de Jerusalén. Laberinto de callejuelas estrechas y milenarias dividido en cuatro barrios: el judío, el cristiano, el musulmán y el armenio.
Caminar por la ciudad vieja sin rumbo, empaparse de este ambiente único por donde circulan gentes de todas las religiones, razas, colores y culturas es la mejor experiencia, es difícil perderse por este entramado de calles y no hay ningún peligro.
La referencia a seguir son siempre las ocho puertas de acceso a la ciudad amurallada. Bueno, en realidad siete pues una de ellas, la llamada “Puerta Dorada” está cerrada. Es por donde entrará el Mesías cuando vuelva a la tierra para salvar a vivos y muertos en día del Juicio Final.
Las otras siete puertas son las de acceso obligado a la ciudad vieja de Jerusalén. La puerta de Jaffa es, quizá, la más transitada y fácil de reconocer pues es donde está la Torre de David. Es la entrada que lleva directamente a los barrios cristiano y judío.
La más imponente es la Puerta de Damasco, en el norte de la muralla y por la se accede para ir directos al zoco. La tercera gran puerta mítica es la de Sion, también llamada Puerta de David pues se cree que la tumba del rey está cerca. Es la entrada por el sur.
Completan la lista de accesos la puerta de Los Leones y la puerta de las Basuras que es la que lleva directa al muro de los Lamentos y a la Explanada de las Mezquitas. Están también la puerta de Herodes y la puerta Nueva.
La iglesia de la Dormición de la Virgen. Dormitio Sanctae Mariae,
Es una de las iglesias menos conocidas y una de las más bonitas de Jerusalén por su austeridad, simbolismo y sencillez. Llama la atención su forma circular. Pero lo que realmente impacta es la cripta donde se ve una escultura en tamaño natural de la Virgen María durmiendo en un sueño eterno
Cenáculo
Al lado de esta Iglesia de la Dormición está la estancia donde Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, otro de esos rincones cuya historia todos conocemos. Curiosamente no es una iglesia está situado en la segunda planta de una vivienda, mientras que en la parte inferior está la tumba del rey David, otro de los lugares sagrados sagrada de Jerusalén.
Vía Dolorosa
Este es probablemente el recorrido más famoso de Jerusalén. La pasión de Jesús se desarrolló por estas calles, es el recorrido de la crucifixión. Los peregrinos recorren el Viernes Santo, las catorce estaciones por donde el condenado pasó con la cruz a cuestas. El recorrido parte al este, desde la Puerta de los Leones frente a la Iglesia de la Flagelación, donde Pilatos juzgó y sentenció a muerte a Jesús. Luego va hacia el oeste hacia la Iglesia del Santo Sepulcro donde fue crucificado, el Gólgota.
Mercado de Mahane Yehuda
Es el mercado de Jerusalén, por lo que pasar por aquí ayuda a hacerse una idea de la vida cotidiana de la ciudad. Aquí la actividad es frenética prácticamente durante todo el día y el cóctel de culturas es único en el mundo.Comenzó hace más de un siglo como un mercado árabe, hoy es una mezcla cultural de todas las comunidades que conviven en Jerusalén. Frutas, dulces, carnes y sobre todo, el olor a especias de mil tipos invaden los puestos de este mercado, el más grande de Jerusalén. El viernes es el gran día de mercado ya que, todos los judíos se abastecen para ‘sobrevivir’ al shabat.
Museos de Jerusalén
El Yad Vashem , Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá
Es en realidad el centro mundial de documentación, investigación, educación y conmemoración en memoria del Holocausto. Este museo se encuentra en el Monte Herzl y es uno de los lugares más duros de Jerusalén. La imagen del museo ya es sobria por sí misma, con enormes muros y salas muy serias en las que se muestra uno de los sucesos más oscuros de la historia de la humanidad. De obligada visita la Sala de los Nombres, una sala de forma circular en homenaje a la las víctimas y en la que se pueden ver algunos testimonios, historias y fotos de ellas. Duro como pocos.
El Museo de Israel, donde se exhiben tesoros de incalculable valor como por ejemplo los manuscritos del Mar Muerto, (que es el documento bíblico hallado más antiguo del mundo, clave para comprender la historia del judaísmo y la aparición del cristianismo).
Hoteles de Jerusalén
A la hora de alojarnos se pueden encontrar hoteles con mucha historia.El hotel King David, es el gran hotel por excelencia. No dejes de visitarlo. Por sus salones han pasado personalidades Margaret Thatcher, Carlos de Inglaterra, Barack Obama, Nicolás Sarkozy o Los Reyes de España, Felipe y Letizia. Fue y es el preferido también de las estrellas del espectáculo: Elisabeth Taylor y Richard Burton, Richard Gere o Madonna han sido huéspedes del elegante, refinado y siempre mítico King David. El hotel de Jerusalén por excelencia.
Como despedida a lo grande una visita al monte Scopus. Desde allí, si el día está despejado, hay una maravillosa vista de Jerusalén con el Mar Muerto y las montañas brumosas de Jordania en el fondo
Lugares sagrados en Jerusalén
Las tres religiones monoteístas tienen su rincón sagrado en Jerusalén. El Muro de las Lamentaciones (o Muro Occidental) lugar sagrado para los judíos; la mezquita de Al Aqsa es el templo sagrado para los seguidores del islam. Y el Santo Sepulcro, donde resucitó Jesucristo, el lugar más importante para los cristianos.
Muro de las Lamentaciones
El muro de las lamentaciones o Muro occidental. Pared que forma parte de los restos que quedan en pie del Segundo Templo de Jerusalén, el cual los romanos destruyeron casi por completo allá por el siglo I. La parte visible mide unos 70 metros, pero en realidad la pared conservada mide casi medio kilómetro. El Muro es hoy el lugar sagrado por excelencia para los judíos, que rezan aquí porque se trata del lugar más cercano a la Explanada de las Mezquitas, donde no pueden entrar por motivos religiosos.
Para entrar hay que pasar un control de seguridad. El Muro tiene aún dos partes separadas para hombres y mujeres. Los hombres a la izquierda y ¡muy importante! Ellos, para acercarse al muro, deben cubrir la cabeza con una kipá. El “pequeño gorrito” que los judíos observantes llevan siempre en la cabeza y que simboliza que son seres inferiores y que están por debajo de Dios, puedes coger en la misma entrada kipás de papel que hay en cestas para el uso de los visitantes. Las mujeres tienen su propio espacio a la derecha.
La escena es espectacular. Cientos de personas, a cualquier hora del día, rezando mirando al muro, leyendo libros, cantando salmos y balanceándose. Especialmente impresionante si la visita coincide en shabhat (desde la caída del sol del viernes), el gran día sagrado para los judíos
Se ha inaugurado recientemente una nueva ruta que pasa por debajo del suelo siguiendo la huella del llamado Gran Puente. Un itinerario que utilizaban antaño los peregrinos que acudían a rezar al Segundo Templo.
Esta visita subterránea permite ver viejos espacios aparecidos tras ocho años de excavaciones arqueológicas. Grandes arcos de piedra, fosos de agua… Todo explicado con proyecciones digitales y audiovisuales modernos que ayudan a entender el pasado. Sin duda, una atracción imprescindible hoy en día en Jerusalén.
La Explanada de las Mezquitas
Otro lugar que visitar en Jerusalén es la Explanada de las Mezquitas. En el mismo recinto del muro, al mirar hacia arriba se observa la Explanada de las Mezquitas, el mayor espacio abierto de la ciudad con su zona verde y con árboles. Destacan la cúpula de la mezquita de Al Aqsa. Y la impresionante cúpula de la Roca, un santuario que presume por ser la más bella y antigua construcción de la arquitectura árabe, que data del S.VII, con su gran cúpula de oro.
Se dice que fue construida en el lugar del sacrificio de Isaac. Sobre esta roca Mahoma rezó con tal devoción que ascendió a los cielos y, cuentan, fue el arcángel Gabriel quien tuvo que sujetarle para devolverle a la tierra. Por eso la roca tiene la huella de Mahoma y de las manos del arcángel.
Este lugar también es importante para los judíos pues la tradición dice que fue también aquí donde el profeta Abraham quiso sacrificar, sin éxito, a su hijo Isaac siguiendo las órdenes de su dios Yahvé. Sería también en esta explanada donde estuvieron los templos de Herodes el Grande y el del rey Salomón.
También para los cristianos es un lugar muy significativo pues aquí se situaría el lugar al que Satanás llevó a Jesucristo diciéndole que si de verdad era el hijo de Dios se tirase al vacío para que le recogieran los ángeles.
Visita al Santo Sepulcro
Por último, el Santo Sepulcro, es el lugar más sagrado del mundo para los cristianos, uno de los lugares indispensables que visitar en Jerusalén y posiblemente uno de los que más impacta. Acoge rincones de culto para católicos, ortodoxos y armenios, de ahí el extraño aspecto del templo y motivo de infinitas disputas entre ellos.
Se sitúa en el monte Gólgota. Se edificó alrededor del lugar exacto donde, se dice, estuvo el calvario. Es decir, el punto exacto donde estuvo clavada la cruz en la que murió Jesucristo, en cuyo agujero el visitante puede meter la mano.