La historia de Moisés
La historia de Moisés se relata sobre todo en los libros Éxodo y Deuteronomio del Antiguo Testamento.
Moisés, hijo de Amram, fue un profeta y legislador de Israel, nació en Siglo XIV a. C. en Gosén, región del antiguo Egipto. Poco antes de su nacimiento, ante el aumento de la población hebrea, el faraón ordenó dar muerte a todos los varones israelitas temiendo que pudieran aliarse con los enemigos de Egipto. Para salvarle, su madre, Jocabed y su hermana Miriam, lo colocaron en una cesta que lanzaron al Nilo, siendo rescatado por Henutmire, hija del faraón, que le llamó Moisés (salvado de las aguas) y lo crio como si fuera suyo. Cuando era joven, mató a un egipcio que maltrataba a un esclavo hebreo y tuvo que huir de Egipto. En la tierra de Madián, se detuvo en un paraje con un pozo, donde protegió a siete pastoras de otros pastores malintencionados. Jetró, el padre de las pastoras, adoptó a Moisés y tiempo después le permitió casarse con su hija Séfora, con la que tuvo dos hijos Gersón y Eliezer.
Trabajando como pastor vivió en Madián durante cuarenta años. Un día llevó a su rebaño al monte Horeb, donde vio una zarza que ardía sin consumirse, al aproximarse a ella, Yahvéh, el dios de los hebreos, le ordenó volver a Egipto para salvar a su pueblo de la esclavitud. Una vez allí, debía guiarlos hacia la tierra de Canaán (después Palestina), donde se instalarían de forma permanente. Para ayudarle en esta misión, Dios le otorgó el poder de realizar milagros.
Moisés regresó a Egipto y allí junto con su hermano Aarón que le acompañaba, pues él era tartamudo, pidió al faraón la libertad de los hebreos. Ante la negativa del faraón enviaron sobre los egipcios las diez plagas bíblicas. Finalmente, este aceptó y permitió la partida del pueblo israelita.
Al aproximarse al mar Rojo, un ejército enviado por el faraón les perseguía, Moisés extendió el brazo y dividió el mar formando murallas de agua a derecha e izquierda. Los hebreos cruzaron el mar pero cuando los egipcios intentaron seguirles, las murallas de agua se cerraron ahogando a sus perseguidores.
Al llegar al pie del monte Sinaí, Moisés subió a la cima para hablar con Dios y tras permanecer allí durante cuarenta días y cuarenta noches, recibió dos tablas de piedra, las Tablas de la Ley, en las que estaban escritos los Diez Mandamientos, que a partir de entonces constituyeron las leyes fundamentales de los judíos y los cristianos.
Condujo a su pueblo durante cuarenta años por el desierto, periodo en el que sufrieron muchas calamidades. Para alimentarlos, Dios hizo llover maná del cielo y codornices y para que bebieran, ordenó a Moisés dar agua al pueblo hablándole a una roca, sin embargo, él la golpeó dos veces, hecho que fue visto por Dios como una desobediencia, prohibiendo así su entrada a la Tierra Prometida. Cuando llegaron a Canaán, Dios le permitió divisar la Tierra Prometida desde la cima del monte Nebo (en la actual Jordania), tras esta visión Moisés falleció. Josué sería el encargado de hacer entrar al pueblo en la Tierra prometida
Los 10 mandamientos
Los 10 mandamientos, también llamados Decálogo, son un conjunto de importantes textos para el cristianismo y el judaísmo que sirven como principios de comportamiento, necesarios para agradar a Dios y tener vida eterna. Se dice que las tablas donde estaban escritas las tablas de los mandamientos fueron escritas por el mismísimo Dios, siendo éstas entregadas a Moisés en su subida al Monte Sinaí. Al bajar Moisés a la falda del monte, siendo este el lugar donde el pueblo hebreo esperaba su vuelta, se encontró con que tras su marcha el pueblo había dejado de adorar a Dios, adorando a un ídolo representado por un becerro de oro, lo cual enfadó tanto a Moisés que lanzó las tablas al suelo rompiéndolas. Moisés pidió perdón a Dios y le rogó no tomara en cuenta lo que el pueblo había hecho.
Estos son los diez mandamientos de la Iglesia Católica:
- Amarás a Dios sobre todas las cosas.
- No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano.
- Santificarás las fiestas.
- Honrarás a tu padre y a tu madre.
- No matarás.
- No cometerás actos impuros.
- No robarás.
- No darás falso testimonio ni mentirás.
- No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
- No codiciarás los bienes ajenos.
Los 10 Mandamientos son un resumen de los 613 mandamientos contenidos en el Antiguo Testamento. Los primeros cuatro mandamientos tratan de la relación del hombre con Dios. Los otros seis mandamientos se relacionan con las relaciones humanas entre sí.
Interesante, ¿verdad?