Después de su conversión espiritual en Loyola, en 1522, el caballero Ignacio de Loyola sintió el deseo ardiente de seguir a Jesucristo y tomó la decisión de peregrinar a Jerusalén como lo habían hecho ya muchos otros, abandonando la vida mundana que hasta entonces había llevado como hijo de una familia de nobles.
La primera parte de esta peregrinación lo llevó a Manresa, donde permaneció 11 meses, desde mayo de 1522 hasta marzo de 1523. Desde Navarrete recorrió el Camino Real que coincide con el que hoy llamamos “Camino de Santiago” que transita por Cataluña, Aragón, Navarra y la Rioja hasta llegar a Barcelona, donde embarcó en un viaje que le llevaría de peregrino hasta Tierra Santa. Basándose en esa experiencia comenzó la escritura del Libro de los Ejercicios Espirituales.
Desde su casa natal (una torre-palacio de Azpeitia, en el País Vasco) hasta lo que se conoce como la “Cova de San Ignacio” en la ciudad de Manresa (cerca del Monasterio de Montserrat, en Cataluña). Ignacio decidió ir “contracorriente” , al marchar en sentido inverso al de los que peregrinaban a Compostela y se puso en camino hacia Jerusalén, siguiendo el Camino Real, que le llevaría a Barcelona. De allí pensaba salir en barco para proseguir su peregrinación a Tierra Santa.
En total, 675 kilómetros. El camino ignaciano te permitirá descubrir la gran diversidad natural y cultural de los cinco territorios que atraviesa (Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña). Comienza la ruta ignaciana en tierras vascas y recorre bellos entornos y parajes de las comarcas de Urola Erdia, Urola Garaia y Debagoiena enlazando tres de sus monumentos más significativos; el Santuario de Loyola, en Azpeitia, La ermita de la Antigua, en Zumárraga y el Santuario de Aránzazu, en Oñate. Caminando encontraremos densos bosques, paisajes de montaña, pueblos medievales, La Rioja y sus enormes campos de viñedos y bodegas, Aragón con sus zonas desérticas de Los Monegros y también otros valles y llanos con clima Mediterráneo hasta llegar por tierras catalanas a Manresa. A la variedad de su paisaje y al incuestionable valor histórico-artístico y cultural de la ruta ignaciana, debemos añadir su indudable valor espiritual y emocional
Etapas de la Ruta Ignaciana
Las etapas camino ignaciano están divididas en 27:
- Euskadi
Etapa 1: Loiola-Zumarraga (17,5 km)
Etapa 2: Zumarraga-Arantzazu (19,2 km)
Etapa 3: Arantzazu-Araia (17,7 km)
Etapa 4: Araia-Alda (21,5 km)
Etapa 5: Alda-Genevilla (17,9 km)
Etapa 6: Genevilla-Guardia (27 km)
- La Rioja
Etapa 7: Guardia-Navarrete (17,3 km)
Etapa 8: Navarrete-Logroño (13 km)
Etapa 9: Logroño-Alcanadre (30,6 km)
Etapa 10: Alcanadre-Calahorra (20,6 km)
Etapa 11: Calahorra-Alfaro (24 km)
- Navarra
Etapa 12: Alfaro-Tudela (24,6 km)
Etapa 13: Tudela-Gallur (36 km)
- Aragón
Etapa 14: Gallur-Alagón (21,2 km)
Etapa 15: Alagón-Zaragoza (28,8 km)
Etapa 16: Zaragoza-Fuentes de Ebro (26 km)
Etapa 17: Fuentes de Ebro-Venta Santa Lucía (28,5 km)
Etapa 18: Venta Santa Lucía-Bujaraloz (20,5 km)
Etapa 19: Bujaraloz-Candasnos (20,2 km)
Etapa 20: Candasnos-Fraga (26,3 km)
- Cataluña
Etapa 21: Fraga-Lleida (33 km)
Etapa 22: Lleida-Castellnou de Seana (32,8 km)
Etapa 23: Castellnou de Seana-Verdú (18 km)
Etapa 24: Verdú-Cervera (16 km)
Etapa 25: Cervera-Igualada (37 km)
Etapa 26: Igualada-Montserrat (26,8 km)
Etapa 27: Montserrat-Manresa (23,5 km)
El camino Ignaciano ha cumplido recientemente su 500 aniversario (año 2022). Se han organizado multitud de actos especiales para conmemorar esta efeméride, pero, el más destacado es, como hace cinco siglos, seguir los pasos del santo.
Ten en cuenta que al igual que sucede con el Camino de Santiago, el Camino Ignaciano tiene su propia credencial que puede facilitar alojamiento en albergues o ayuntamientos si se certifica la peregrinación mediante el sellado de la credencial al menos una vez por día caminado. Estas credenciales tienen un precio simbólico de 0,5 € y los sellos se consiguen en cualquier institución (ayuntamiento, centro social…) o local (bar, tienda, albergue…) de las poblaciones que se atraviesan. Puedes recoger tu credencial en cualquiera de las instituciones vinculadas al Camino Ignaciano.
Es igual si decides hacer la ruta ignaciana por motivos religiosos, culturales o turísticos. Es una manera estupenda de conocer el noreste de la Península Ibérica de una manera diferente y que sin duda llenará tu mochila y tu corazón de experiencias inolvidables.
Si después de leer este post te decides a realizar una o varias etapas ignacianas de este precioso camino, te deseamos ¡Buen Camino!