En el día de la crucifixión, Jesús estaba en la cruz ante las mujeres que más quería : su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás y María Magdalena. Cuando Jesús vio a su madre y a su discípulo amado, dijo a su madre: “Mujer, he aquí a tu hijo”. Luego le dijo al discípulo: “He aquí a tu madre.” Según la tradición, Juan el Evangelista llevó a la Virgen María después de la crucifixión de Cristo, huyendo de la persecución en Jerusalén, a Turquía.
Pero ¿dónde está la casa de la Virgen María en Turquía?
La casa de la Virgen María (Meryem Ana Evi en turco) es una pequeña capilla situada en las proximidades de la histórica ciudad de Éfeso (en el actual municipio de Selçuk en Turquía), que se encuentra encima de la montaña “Bulbul”, a 9 kilómetros de Éfeso, la casa de la Virgen María goza de una maravillosa atmósfera escondida en los bosques. Es el lugar donde la Virgen María pudo pasar los últimos años de su vida, se supone que debió llegar a Éfeso junto con San Juan y vivió allí en los años 37 a 45 hasta su Asunción (según la fe católica) o Dormición (según la ortodoxa) ya que es un hecho demostrado que San Juan residió durante muchos años en Éfeso, donde murió. La Casa de la Virgen María en Turquía fue declarada oficialmente santuario de la Iglesia Católica Romana en 1896, y desde entonces se ha convertido en un lugar popular de peregrinación. El papa Pablo VI visitó el santuario en 1967, el papa Juan Pablo II en 1979 y el papa Benedicto XVI en 2006.
La localización de la Casa de la Virgen María en Éfeso fue dada por la monja alemana Anne Catherine Emmerich, (1774-1820) quien a principios del siglo XIX visualizó en sueños los últimos días de la Virgen. La visión fue tan precisa, que sin haber visitado nunca Turquía consiguió describir con precisión el paisaje donde estaba ubicada la misma, permitiendo con sus relatos que varios misioneros encontrasen los restos de una pequeña casa que tradicionalmente era venerada por los habitantes de un pueblo cercano, mayoritariamente descendientes de los cristianos que residieron en el pasado en Éfeso. Según ella, María y Juan, vinieron a Éfeso seis años después de la crucifixión. En Éfeso, la atmósfera era horrible para los primeros creyentes cristianos pues había mucha persecución romana.
Para salvar la vida de María, se construyó una casa muy sencilla en la cima de la montaña y María comenzó a vivir allí con María Magdalena. Juan empezó a predicar el cristianismo en Éfeso y visitó la casa de vez en cuando en secreto.
La actual capilla fue terminada en el año 1950 y se asienta sobre restos arqueológicos diversos, incluyendo los de una casa que es en la que se supone que residió y falleció la Virgen. El santuario desprende sencillez tanto en su decoración interna o externa y se encuentra situado en un hermoso entorno natural lleno de belleza y espiritualidad.
Es una tradición entre los musulmanes turcos también visitar la casa de la Virgen porque Santa María es aceptada como la madre de Jesús en el Corán y María tiene un capítulo especial llamado “Capítulo 16 de Meryem” que cuenta su historia de manera detallada. Por supuesto, el Corán nunca indica el lugar de la casa donde vivía María, pero advierte a los creyentes del islam que respeten tanto a María como a Jesús a quién consideran un gran profeta.
Mas allá de las distintas creencias y la veracidad o no de este lugar sagrado, la casa de la Virgen María nos recuerda la importancia de Turquía en la historia del cristianismo, un país que pese al predominio islámico actual fue cuna de muchas de las figuras esenciales de la Iglesia.