La ciudad de Loreto, situada en Italia, está sumergida en la tranquilidad del espléndido paisaje de los campos de las Marcas, ha crecido alrededor del Santuario de la Santa Casa, que surge sobre una colina y que ofrece unas maravillosas vistas que van desde el Monte Cónero hasta los Apeninos de Umbría y de las Marcas.
En el Santuario de Loreto es donde se conserva y se venera la Santa Casa de la Virgen María; un lugar sagrado, definido por Juan Pablo II como “El auténtico corazón mariano de la cristiandad”. La Santa Casa de Loreto es la misma casa de Nazaret que visitó el Arcángel Gabriel en la Anunciación a la Santísima Virgen María. Es allí donde el Verbo se hizo Carne y habitó entre nosotros. Allí también vivió la Sagrada Familia a su regreso de Egipto y donde Jesús pasó 30 de sus 33 años junto a La Virgen y San José.
Muy pronto, tras la Resurrección del Señor, La Santa Casa se convirtió en lugar de reunión para las celebraciones de los primeros cristianos. Podemos imaginarnos con qué amor y veneración cuidaban este santo lugar.
Actualmente, la Santa Casa, está situada dentro de la Basílica que para ella se construyó en Loreto, Italia. Dentro de la casa de Loreto se venera la pequeña estatua de la Virgen de Loreto. La Santa Casa en Nazaret tenía dos partes: una parte era una pequeña gruta y la otra parte una pequeña estructura de ladrillos que se extendía desde la entrada de la gruta. La estructura de ladrillos tenía tres paredes, ya que un lado pegaba con la pared de la gruta. La gruta se venera en Nazaret, en la Basílica de la Anunciación, mientras que las tres paredes de piedra fueron transportadas.
¿Cómo llegó la casa de Nazaret a Loreto?
Hay varias tradiciones.
Una de ellas habla de ángeles que transportaron la casa por los aires, otra tradición afirma que en 1291 cuando los cruzados fueron expulsados de Palestina, llevaron la casa en un primer momento a Iliria y posteriormente a Loreto (1294).
El 12 de mayo de 1291 los ángeles trasladaron la casa hasta un pequeño poblado llamado Tersatto, en Croacia. Muy temprano en la mañana la descubrieron los vecinos y se asombraron al ver esta Casa sin cimiento y no se explicaban cómo llegó ahí. Se adentraron y vieron un altar de piedra. En el altar había una estatua de cedro de la Virgen María, que tenía al niño Jesús en sus brazos. El niño Jesús tenía sus dos dedos de la mano derecha extendidos como bendiciendo. Con su mano izquierda sostenía una esfera de oro representando al mundo. Ambos estaban vestidos como con unas batas y tenían coronas de oro.
Unos días más tarde, la Virgen María se le apareció a un sacerdote de ese lugar y le explicó de dónde venía la casa. Ella dijo: «Debes saber que la casa que recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de todas las cosas. Aquí, el Verbo se hizo carne. El altar que fue trasladado con la casa fue consagrado por Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. Esta casa ha venido de Nazaret a tu tierra por el poder de Dios, para el cual nada es imposible. Ahora, para que tú puedas dar testimonio de todo esto, sé sanado. Tu curación inesperada y repentina confirmará la verdad que yo te he declarado hoy”.
El sacerdote, que había estado enfermo por mucho tiempo, se sanó inmediatamente y anunció al pueblo el milagro que había ocurrido. Comenzaron las peregrinaciones a la Santa Casa. Los residentes de este pequeño pueblo construyeron sobre la Santa Casa un edificio sencillo para protegerla de los elementos de la naturaleza. Pero la alegría de los croatas duró poco tiempo. Después de tres años y cinco meses de estar la casa en este poblado, en la noche del 10 de diciembre, de 1294, la casa desapareció de Tersatto para nunca más volver.
Un residente devoto de Tersatto construyó una pequeña iglesia en el lugar donde estuvo la casa, una réplica de esta. Y puso la siguiente inscripción: ¨La Santa Casa de la Virgen María vino de Nazaret el 10 de diciembre de 1291 y estuvo hasta el 10 de diciembre de 1294. ¨La gente de Croacia continuó venerando a Nuestra Señora en la réplica de la Santa Casa. Fue tanta su devoción, que el Papa Urbano V envió a la gente de Tersatto una imagen de Nuestra Señora en 1367. Esta imagen se cree fue esculpida por San Lucas.
El 10 de diciembre de 1294, unos pastores de la región de Loreto en Italia declararon que habían visto una casa volando sobre el mar, sostenida por ángeles. Había un ángel vestido con una capa roja (San Miguel) que dirigía a los otros y la Virgen María con el Niño Jesús estaban sentados sobre la casa. Los ángeles bajaron la casa a un lugar llamado Banderuola.
Muchos llegaban a visitar esta Santa Casa, pero también había algunos que llegaban para asaltar a los peregrinos. Por esta razón las personas dejaron de llegar y la casa nuevamente fue trasladada por los ángeles a un cerro en medio de una finca. La Santa Casa no se quedaría aquí por mucho tiempo. La finca era de dos hermanos que comenzaron a discutir sobre quién era el dueño de la casa. Por tercera vez la casa es trasladada a otro cerro y la colocaron en el medio del camino. Ese es el lugar que ha ocupado ya por 700 años.
Varios documentos y excavaciones arqueológicas han confirmado posteriormente también la hipótesis de que las paredes de la Santa Casa fueron transportadas a Loreto en un barco, iniciativa de la familia noble Angeli, que reinaba en Epiro.
De hecho, un documento, recientemente descubierto, que se remonta a 1294 probaría que Nicéforo Angeli, déspota de Epiro, concediendo a su hija Ithamar como esposa a Felipe de Tarento, hijo del rey de Nápoles, Carlos II de Anjou, incluyó en la dote una serie de bienes entre los que figuraban “las santas piedras traídas de la Casa de Nuestra Señora la Virgen Madre de Dios”.
Quizás su apellido inspiró la idea del traslado por medio de ángeles y el boca a boca extendió esa idea. En cualquier caso, tan extraordinaria empresa, sin duda, tuvo la protección y guía del cielo. Ya lo había dicho el ángel a la Virgen en esa misma casa: «Para Dios nada es imposible”.
Como curiosidad, la Virgen de Loreto es patrona de la aviación.
Cuando los expertos analizaron la gruta de Nazaret descubrieron que de verdad era la casa de la Virgen. Las medidas de la fundación eran exactas a las de Loreto y la maqueta construida en Tersatto. Después de 6 meses regresaron a Loreto y declararon la autenticidad de la Santa Casa. Años más tarde, encontraron monedas debajo de la casa, no solo del área de Nazaret, sino que del período en que la casa estuvo en Nazaret. Las piedras y la tierra utilizada para el relleno de la casa eran idénticas a las que se usaban en Nazaret en ese tiempo y civilización. La casa no tiene cimientos, ya que estos se quedaron en Nazaret.
Fue el Papa Clemente VII quien mandó que se cerrara la puerta original de la casa de Loreto y se construyeran tres puertas, ya que solo había una puerta y los peregrinos se peleaban para entrar y salir. Solo había un problema y era que nadie le había pedido permiso a la Virgen María para las alteraciones.
Cuando el arquitecto cogió su martillo para comenzar, su mano se marchitó y comenzó a temblar. Enseguida se fue de Loreto y nadie más quiso hacer el trabajo. Tiempo después un clérigo llamado Ventura Barino aceptó hacer el trabajo, pero primero se arrodilló y rezó a la Virgen. Este le dijo que no era su culpa, sino la orden del Papa, que si ella estaba molesta actuara contra el Papa y no contra él¨. El clérigo pudo completar el trabajo. Las personas de Loreto también decidieron proteger la Santa Casa poniéndole una pared de ladrillo, pero cuando terminaron con la pared, esta se separó de la casa. Por eso hay un espacio entre la Santa Casa y la pared que fue construida.
Posteriormente se iniciaron los trabajos para la construcción del magnífico santuario.
Entre las obras más valiosas se encuentra el revestimiento de mármol que envuelve las paredes de la Santa Casa, edificado por voluntad de Julio II y realizado a partir del proyecto de Bramante que es considerado como una de las grandes obras escultóricas del arte del Renacimiento.
Desde entonces los grandes artistas se han sucedido a lo largo de los siglos para embellecer este santuario cuya fama se ha difundido rápidamente en todo el mundo convirtiéndose en la meta privilegiada de millones de peregrinos: desde Cristoforo Roncalli llamado el Pomarancio, que decoró la Sala del Tesoro y la cúpula, hasta Francesco Selva que decoró el Atrio de la Sacristía, pasando por Tiburcio Vergelli que edificó el majestuoso baptisterio.
Completaron los trabajos Carlo Maderno, creando en el 1600 la fuente que decora la plaza del santuario, y Luigi Vanvitelli, que en el siglo XVIII realiza el campanario que surge a la izquierda de la basílica.
Muchos santos, beatos y Papas han visitado Loreto. San Francisco de Asís ya profetizó que un día Loreto se iba a considerar como uno de los lugares más sagrados del mundo y que por ello debían abrir una casa franciscana allí. San Francisco de Sales hizo sus votos de celibato en la Santa Casa; Santa Teresa de Lisieux: antes de ir a pedir permiso al Papa para entrar al Carmelo a la edad de 15 años, visitó Loreto; San Maximiliano Kolbe: en su regreso a la ciudad de la Inmaculada, poco antes de ser llevado al campo de concentración; y muchísimos otros santos.
El Papa Juan XXIII estuvo allí el día antes de convocar el Concilio Vaticano II y pidió a la Virgen de Loreto la protección del Concilio. Juan Pablo II visitó muchas veces la Casa de Loreto y realizó allí peregrinaciones de jóvenes y familias.
Peregrinos en Loreto
Son muchos los peregrinos que van cada año a visitar la Santa Casa para estar en el lugar donde la Sagrada Familia vivió y a recibir las gracias que Dios les quiere dar. Es una tradición rezar de rodillas el Santo Rosario alrededor de la Casa. Es un rosario penitencial pidiendo la intercesión poderosa de la Santísima Virgen.
Loreto hoy atrae a miles de turistas, no sólo católicos, aunque este grandioso santuario es una pequeña joya que encierra un inestimable tesoro. Además de la Casa Santa este lugar recoge una auténtica antología de arte sagrado que incluye obras maestras de la arquitectura, la escultura y la pintura de célebres nombres de la historia del arte. También, Loreto acoge la Pinacoteca Comunale de la Plaza del Santuario en la que se pueden admirar las telas del magnífico pintor veneciano Lorenzo Lotto.
Para concluir no podemos dejar de mencionar el peregrinaje Macerata-Loreto que tiene lugar desde 1978, año de la elección de Juan Pablo II y que cuenta cada año con decenas de miles de peregrinos que llegan a pie al Santuario de Loreto. Casi la mitad de estos peregrinos proviene de las Marcas, el resto llegan a Macerata provenientes de toda Italia y de varias partes de Europa. También el Camino Neocatecumenal incluye en su itinerario de renovación bautismal una visita al Santuario de Loreto para ponerse a los pies de la Santísima Virgen María.