En el corazón de Italia, en la región de Umbría y muy cerca de Asís, se encuentra Perugia, una ciudad medieval que guarda en su catedral un tesoro poco conocido por muchos fieles: el Santo Anillo, considerado por la tradición como el anillo nupcial que la Virgen María recibió de San José el día de su matrimonio.
Esta antigua joya, hecha de calcedonio translúcido de color verde claro, se conserva desde 1473 en la Catedral de San Lorenzo, en un relicario de orfebrería renacentista, cuidadosamente resguardado en una cámara a ocho metros de altura, protegida por dos cajas fuertes. El acceso al anillo requiere nada menos que 14 llaves, repartidas entre distintas autoridades religiosas y civiles de la ciudad.
Una historia entre leyendas, visiones y devoción popular
Aunque la autenticidad histórica del anillo no ha sido confirmada, su historia está envuelta en leyendas y en una fuerte devoción popular. Según distintas tradiciones, el anillo habría llegado primero a la ciudad de Chiusi en el siglo IV o XI, y fue custodiado por siglos hasta que, en 1473, un fraile lo sustrajo y lo llevó a Perugia, donde decidió dejarlo tras sentirse arrepentido, interpretando su llegada como un acto de la Providencia. Desde entonces, permanece allí, siendo motivo de disputa incluso entre diócesis, hasta que el Papa Sixto IV autorizó su veneración oficial.
El anillo adquirió aún mayor fama a partir de las visiones místicas de la beata alemana Ana Catalina Emmerick en 1821. Sin haber sabido previamente de su existencia, describió con asombrosa precisión su apariencia, el relicario y el lugar donde se encontraba. Estas visiones motivaron a muchos fieles a buscar la reliquia y, al encontrarla en Perugia, su culto se fortaleció, convirtiéndose en un punto de peregrinación.
Fe, matrimonio y símbolo de bendición
El Santo Anillo no solo es una reliquia de interés histórico y artístico; para muchos fieles es un símbolo de fe con un profundo significado espiritual. Cada año, especialmente durante su fiesta los días 29 y 30 de julio, y el 12 de septiembre (fiesta del Santísimo Nombre de María), la reliquia es bajada al altar en una ceremonia solemne conocida como La bajada del Santo Anillo, en la que numerosos esposos y prometidos acuden para tocar sus propias alianzas al relicario y pedir la bendición para sus matrimonios.
La devoción a esta reliquia ha sido tan fuerte que incluso se fundó en 1487 la Cofradía del Anillo, y la capilla donde se venera actualmente está dedicada a San José, protector de la Sagrada Familia.
Aunque los estudios gemológicos modernos han fechado la pieza como una joya oriental del siglo I d.C., posiblemente usada como anillo-sello, su valor no reside únicamente en su origen material, sino en el significado espiritual que ha representado durante siglos para miles de peregrinos.
Visita Perugia y descubre esta joya de la fe
Perugia no solo es una ciudad encantadora con un rico patrimonio artístico y cultural; también es un destino espiritual que muchos aún desconocen. Si tienes pensado peregrinar a Asís, no dejes pasar la oportunidad de visitar esta catedral y contemplar el Santo Anillo, una reliquia única que ha sido testigo de siglos de fe, oración y esperanza.